Su origen procede de China, es una técnica que utiliza el calor para aliviar dolencias localizadas, así como para fortalecer la salud y estimular los meridianos sin riesgo de quemaduras. Ayuda a la circulación de la energía y de la sangre.
Utilizamos la planta Artemisia, una planta muy rica en toda su variedad de propiedades, con ella que se elaboran unos cilindros o conos que facilitan poder tratar el punto deseado.
El calor puede ser aplicado a través del cilindro, cono o puede ser conducido por acupuntura.